La incursión de familiares en campaña no es inusual ni extraño, aunque a primera vista así lo parezca. Por el contrario, es una práctica muy común a la cual candidatos y candidatas de diferentes partes del mundo recurren para apuntalar su imagen frente al electorado. Por ejemplo, cuando un candidato intenta evidenciar sus valores como hombre de familia, e intenta proyectarlos al ejercicio del cargo, es muy común verlos en spots políticos con sus hijos y/o con sus esposas (Spot_Ron DeSantis_Florida), o bien, con sus familiares más cercanos como padres y hermanos (Spot_Abdala_Puebla). En términos de investigación, el fenómeno ha sido estudiado y, en su mayoría, se ha centrado en el papel de las esposas en campaña (Higgins y Smith, 2013; Adida et al., 2016; MacManus y Quecan, 2008).
Ahora bien, como le decía, el tema con el uso de esta estrategia es que requiere de un sumo cuidado debido a que este tipo de actores cercanos pueden apuntalar positivamente la imagen que intenta proyectar el candidato (i. e. Mariana con Samuel García en la elección a la gubernatura de Nuevo León en 2021), pero también dañarla (i. e. Bill con Hillary Clinton en la elección presidencial de 2016 en Estados Unidos). ¿De qué depende uno u otro resultado? Básicamente, de que su presencia no genere una contradicción a la reputación o a las propuestas de gobierno de los candidatos en campaña, ya que ambos elementos se condicionan mutuamente (Benoit, 1996). Piense, por ejemplo, en un legislador que le propone una ley para castigar a quienes no pagan pensión alimentaria y de quien más tarde se sabe que tiene una denuncia por el mismo hecho que intenta resolver. Estará de acuerdo conmigo que ese legislador ha perdido la posibilidad de obtener su voto dada la afrenta que la propuesta supone a sus principios.
Pues, bien, estimado lector/a, debido a que en campaña el votante castiga severamente la contradicción, y a que la nominación de los hijos de Xóchitl Gálvez en su estructura de campaña va en ese sentido para medios, influencers y opinión pública, en esta ocasión nos daremos a la tarea de analizar las estrategias de reparación de imagen que la candidata del Frente Amplio por México aplicó tras el hecho.
Bases para el análisis
Para esta tarea asistiremos a la Teoría de la Reparación de Imagen creada por William Benoit en 1995, con el objetivo de identificar y explicar las estrategias con la que Xóchitl intenta defenderse ante los ciudadanos. De acuerdo con la teoría, existen catorce estrategias, agrupadas en cinco categorías, a las que un candidato/a puede apelar cuando su credibilidad e imagen son cuestionadas públicamente:
Negación del Acto
E1. Negar categóricamente y E2. Culpar a alguien más.
Evasión de la Responsabilidad
E3. Acto es producto de una provocación, E4. Alegar ausencia de información, E5. Atribuir los sucesos a un accidente y E6. Manifestar actuar de buena fe.
Reducción de la ofensa
E7. Reforzar sentimientos positivos aludiendo acciones buenas en el pasado, E8. Minimizar sentimientos negativos, E9. Catalogar el acto como menos ofensivo al compararlo con otro más ofensivo, E10. Ubicar el acto en un contexto más favorable, E11. Atacar a quien acusa y E12. Compensar a la víctima.
Mortificación
E13. Se confiesa el acto y se pide perdón
Acción correctiva
E14. Se propone un plan para resarcir externalidades
Análisis de los hechos
El 5 de diciembre, en el evento de presentación de su equipo de campaña, Xóchitl Gálvez llamó la atención de los medios al nombrar a sus hijos como parte de su equipo de campaña: a su hija Diana le asignó la representación del club de simpatizantes "Xochitlovers", mientras que a su hijo Juan Pablo le encomendó la creación de una red de juventudes en el territorio. Esta inesperada designación de parientes directos dentro de la campaña generó un intenso debate sobre el nepotismo y la influencia familiar en la política, desencadenando reacciones variadas tanto en los medios como entre la opinión pública.
Azucena Uresti, por ejemplo, al entrevistar a Alejandra Latapí, coordinadora de Vinculación Institucional de Xóchitl, le señaló: "Se ha criticado mucho que se haya incluido a algunos familiares en otras campañas y ahora pareciera que están haciendo lo mismo. Están repitiendo la misma conducta que se critica, por ejemplo, del Presidente López Obrador" (Programa Grupo Fórmula).
Carlos Loret de Mola, en tanto, escribió en su columna de El Universal: "Sería de pastelazo… pero al día siguiente Xóchitl Gálvez “sacudió” a la opinión pública al anunciar su equipo: una predecible baraja de políticos desgastados… ¡y sus hijos! Sí, dio a sus hijos cargos oficiales en la campaña. Ni AMLO se atrevió a tanto" (El Universal).
Pero, ¿Cómo lo enfrentó discursivamente la candidata? De la entrevista que se llevó a cabo tras concluir la presentación, y que fue recuperada de los shorts de YouTube del diario Milenio (Xóchitl defiende a sus hijos) y de La Octavan (¿NEPOBABIES? Xóchitl Gálvez), se distinguen tres estrategias. La primera de ellas fue catalogar el acto como menos ofensivo al compararlo con otro más ofensivo (E9). En este caso, el objetivo de su justificación fue comparar a sus hijos con los hijos del presidente Andrés Manuel López Obrador, a quienes parte de la prensa ha acusado en diferentes ocasiones de estar vinculados a diferentes escándalos de corrupción y de ganar mucho y trabajar poco (Latinus Capítulo 69; Infobae), así como con otros casos en lo general y en lo particular como el de Mariana Rodríguez con Samuel García:
Xóchitl: No los van a ver como los hijos de expresidentes (E9). ¡No! Mis hijos trabajan (E10). Mis hijos lo único que van a hacer es acompañarme en la campaña (E8), y eso creo que se vale. Se vale estar acompañada de los seres más cercanos a ti. Y han estado siempre; las familias están en todas las campañas políticas (E10). Si no, pregunten a Mariana, pues ahí está con el esposo (E10). Y está bien, yo digo que está bien.
Xóchitl: Lo digo claramente: mis hijos no van a tener un puesto en el gobierno. No van a hacer tráfico de influencias cuando yo sea presidenta (E10). Se los pongo aquí por escrito y les vuelvo a apostar mi casa nueva que mis hijos no van a estar metidos en la política.
Reportero: ¿Sin salario?
Xóchitl: No tienen salario, no se les pagan viáticos (E8). Ellos se mueven con sus propios recursos. Este... simplemente es un acompañamiento familiar (E8) y lo hago público porque soy una mujer transparente, porque soy una mujer que mira de frente [y] que dice las cosas como son (E8). O sea, a lo mejor [en el caso de] muchos políticos está toda la familia metida y no lo dicen (E9). Bueno, los míos me acompañan a campaña eso es lo que hacen (E8).
Reportero: ¿No los vamos a ver como Willy Wonka otra vez?
Xóchitl: No los van a ver. No los van a ver con una fábrica de chocolates nueva (E10). La empresa se dedica a hacer edificios inteligentes hace 32 años y ahí trabajan los dos. Ahí trabajan. Tampoco quiero tener unos hijos huevones y talegones (E10). Se los prometo.
Esta primera estrategia, que podemos catalogar como central en la disculpa, la combina con otras dos para darle mayor fuerza y plausibilidad al argumento. Así, la segunda estrategia de reparación que ocupó fue la de ubicar el acto en un contexto más favorable (E10): 1) al prometer que sus hijos, a diferencia de los del presidente, no iban a hacer tráfico de influencias, a ocupar un puesto en el gobierno o a enriquecerse a través de recursos públicos; 2) al reducir su presencia a una mera compañía, sobre la idea de que el hecho es muy común porque ha sucedido en otros casos; y 3) al remarcar el hecho de que sus hijos sí trabajan y no son flojos mediante el uso de un entimema RAE ("ellos sí trabajan, no como los hijos del presidente"). La tercera que ocupa es la minimización de sentimientos negativos (E8), al aclarar que la participación de sus hijos no es con cargo al erario público porque ellos tienen su propio trabajo/dinero para operar en la estructura, apelando, paralelamente, al argumento de que su honestidad es prueba suficiente de que habla con la verdad. Lo anterior, lo refuerza con la alusión a tres cualidades personales: transparente, mira de frente y dice las cosas como son.
Epílogo
Como disciplina del conocimiento, el discurso político tiene como principal característica que identifica adversarios (Giménez, 2008) y que cuando lo hace los divide en buenos y malos, siendo lo bueno asociado a NOSOTROS y lo malo a ELLOS (Van Dijk, 1999). Por tal motivo, no es de extrañar que la candidata panista recurra a esta estrategia cuando hace la comparación entre sus hijos y los del presidente, toda vez que su propósito es reducir la ofensa acotando que "mientras sus hijos lo hacen por algo bueno, los hijos del presidente lo hacen por algo malo". Esta característica del discurso político como concepto es crucial en la tarea de convertirse en un ciudadano informado, debido a que hoy en día se cree que esta dicotomía (bueno vs malo) es exclusiva de un discurso populista o polarizador. Claramente forma parte de él, pero no lo define.
El segundo punto que quiero dejar para la reflexión es el hecho de que superar el momento en prensa y en redes no necesariamente implica la falta de efecto sobre el votante. Al contrario, es altamente probable que este hecho quede fijo en la mente de los electores. Primero, por la contradicción que supone a la imagen del la candidata presidencial, ya que, como senadora de la República, fue una de las opositoras más críticas al gobierno en turno (El Universal). Y la misma Azucena Uresti da evidencia de este conflicto de interés cuando afirma: "Están repitiendo la misma conducta que se critica, por ejemplo, del Presidente López Obrador". El votante castiga severamente la contradicción, y es un error pasarlo por alto. Segundo, porque cabe la posibilidad de que la reparación del daño sea sea percibida como no equiparable al daño provocado. Esta es una premisa que pude distinguir en un estudio que conduje en torno al escándalo del ex senador Cabeza de Vaca (El Economista). En ella, esta variable era la que explicaba en mayor medida el enojo de las personas en redes, debido a que muchas de ellas consideraban que una disculpa pública no era suficiente para resarcir el daño provocado a la imagen y reputación de la universitaria involucrada.
Finalmente, quiero señalar que este blog no determina si la estrategia fue la más acertada o no. No obstante, lo que hace sí hace, es intentar develar la manera en que las candidatas -consiente o inconsciente- despliegan en sus discursos para justificarse ante los votantes por los errores cometidos y, de este modo, lucir preferibles en la evaluación que cada uno haga. La intención con ello es buscar que el ciudadano comprenda que una campaña política es un proceso evaluativo donde el electorado vota por el mejor o por el menos malo/a de todos, y que, por lo tanto, reparar la imagen cuando ha sido dañada es fundamental en la tarea de valorar a quién otorgar el voto.
Nos vemos en nuestra siguiente entrega en donde abordaremos la estrategia discursiva de tercer partido, a propósito de la salida de Samuel García de la contienda. ¡Felices Fiestas!
Referencias
Adida, C. L., Combes, N.; Lo, A.; Verink, A. (2016). The Spousal Bump: Do Cross-Ethnic Marriages Increase Political Support in Multiethnic Democracies? Political Studies, 49 (5), 635–661. doi:10.1177/0010414015621080
Benoit, William (1995). Accounts, Excuses, and Apologies: A Theory
of Image Restoration Strategies. State University of New
York Press.
Benoit, William (1996). Candidates in Conflict: Persuasive Attack and
Defense in the 1992 Presidential Debates. The University of Alabama Press
Giménez, G. (1981). Poder, Estado y discurso.
Perspectivas sociológicas y semiológicas del discurso político-jurídico. Universidad Nacional Autónoma de México.
Higgins, M. y Smith,
A. (2013). "My Husband, My Hero": Selling the Political Spouses in the 2010
General Election. Journal of Political Marketing, 12 (2-3), 197–210.
doi:10.1080/15377857.2013.781473.
MacManus, S.A. y Quecan, A.F. (2008). Spouses as Campaign Surrogates: Strategic Appearances by Presidential
and Vice Presidential Candidates' Wives in the 2004 Elections. Political Science
and Politics, 41 (2), 337-348.
van Dijk, T. (1999). “¿Qué es el análisis del discurso
político?”. En Teun van Dijk e Iván Mendizábal (Eds.), Análisis del Discurso Social y Político (9-102). Serie Pluriminor ABYA-YALA
Autor: Ulises Cruz Valencia
Doctor en Ciencias de Gobierno y Política por el Instituto de Ciencias de Gobierno y Desarrollo Estratégico de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (ICGDE-BUAP). Desde 2019 pertenece al Sistema Nacional de Investigadores (Nivel 1). Sus temas de interés son el análisis del discurso político en campaña -spots y debates, particularmente- y la aplicación de Inteligencia Artificial en redes sociales para distinguir actitudes, emociones y preferencias de los usuarios en campañas electorales. Actualmente, es profesor de Tiempo Completo en el Instituto de Investigación Aplicada y Tecnología (InIAT) de la Universidad Iberoamericana CDMX.
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